De lo que hace un perro en el dia

Sentado en una silla, frente a la pantalla del computador, tecleo algunas cosas, miro a mi izquierda hacia donde se encuentra el ventanal que da hacia al patio trasero. Allí, acostado, así como quien desparrama su cuerpo sobre la superficie que conocemos como suelo, se encuentra jadeando mi perro. A penas fijo mi mirada en el, como si sintiese el peso de mis ojos puestos sobre su pelaje, detiene su jadeo y me devuelve la mirada, un encuentro de ojos lleno de una curiosidad recíproca.
Los ojos brillosos, la pupila grande y oscura cual si fuese la noche misma,...¿alcanzará a comprender el perro mis ocupaciones, porque me siento todos los días frente a esa caja incandescente y presiono aquellas cosas sobresalientes sobre aquella tabla? ¿Que cosas pasarán por la cabeza de aquellos que por deficiencia fisiológica y natural de su especie no son capaces de formular palabras, y alejados de aquella posibilidad de tener un lenguaje en que pensar y formular ideas están limitados a sólo pensar en abstracto?...vuelvo la mirada al computador, sigo trabajando.

...Mientras, al otro lado de aquella barrera invisible que los humanos llaman vidrio, el animal descansa, jadea pues tiene calor. Siente el presionar incesante de las teclas, mira hacia la derecha, hacia el ventanal donde se encuentra la habitación de su amo. Como si el amo sintiese el olor de la mirada del perro, voltea su cabeza y lo mira firmemente a los ojos. Existe una curiosidad recíproca. Los ojos brillosos, la pupila oscura y la iris clara de un color verde...¿Alcanzara a comprender el humano la actitud del canino? ¿Que cosas pasaran por la cabeza de quien, por un desarrollo exagerado de una parte inútil de su cerebro, limita su pensamiento solamente al lenguaje?, y mas aún, ha olvidado siquiera como pensar en abstracto....y dado a sus preocupaciones ya no descansa, se sienta todos los días frente a esa caja incandescente y presiona aquellas cosas sobresalientes sobre aquella tabla....